I BIMESTRE

 

 

La humanidad se encuentra inmersa en una realidad en permanente cambio como resultado de la globalización y de los crecientes avances de la ciencia, la tecnología y las comunicaciones. Estar preparados para el cambio y ser protagonistas del mismo exige que las personas a lo largo de su vida desarrollen competencias para actuar de manera adecuada en el mundo, en cada situación.

 

La matemática todo una forma de pensar, es por ello que, a decir de Piaget, se encuentra a la base de los aprendizajes que construimos. En este sentido, el ser humano necesita de la matemática en diversas situaciones de su vida y para ello el ser reflexivo y contar con las necesarias herramientas de pensamiento, le permitirá participar de forma plena y competente en el mundo.

En el ámbito del desarrollo personal, el área de matemática permite al estudiante satisfacer las necesidades de su vida, como “ciudadanos constructivos, comprometidos y reflexivos[1]. Mientras que, con referencia al ámbito del su desarrollo social, ésta hace posible que el estudiante establezca relaciones en las situaciones de su entorno, que le permitan responder adecuadamente a los desafíos que se le presentan. De esta manera, el estudiante, será capaz de enfrentar y resolver, con actitud analítica, los problemas de su medio. Debe señalarse, que esta competencia matemática se actualizará de mejor manera mediante el trabajo cooperativo que permitirá afrontar los retos que plantea una sociedad compleja, especializada y en constante cambio, como la actual.